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El director cuenta por qué no puede dejar de pensar en el documental sobre el ex presidente que tiene entre manos. Explica cómo le cambió la vida y cómo reconstruye hoy la historia del hombre que le hizo volver a creer en la política.
Convertido en un remolino de ideas. Así está Adrián Caetano por estos días. La semana pasada viajó a Santa Cruz a conocer algunos de los lugares donde vivió Néstor Kirchner. La tarea de armar un relato que no sólo repase su biografía sino que además muestre su personalidad, es un desafío tan difícil como el intentar llevarse al viento patagónico en una cinta de video.
Hace quince días que el cineasta está metido en una suerte de tifón: vive envuelto de ráfagas provenientes del sur que, lejos de marearlo, lo impulsan con fuerza a internarse en un proceso creativo que dé forma a un documental sobre el ex presidente.
Desde que aceptó ser el director del largometraje, que espera tener terminado para agosto, suma archivos con las iniciales NK en su computadora, todo lo que lee, cada búsqueda en Internet que hace, todas sus conversaciones están referidas a él. “No tenía un conocimiento detallado de su historia. Así que en este momento estoy leyendo todo lo que se escribió sobre él, a favor y también en contra. Me interesa mucho mostrar cómo se maneja la política en este país. Kirchner fue ante todo un gran estratega político.”
“Este será un documental de montaje”, define. “No habrá voz en off, ni testimonios tomados especialmente. Usaremos todo de archivo, tanto oficial como material de video casero. Así que hay mucho trabajo por hacer, porque recién estamos en la etapa de recolectar todo el material. Estoy dedicado prácticamente las 24 horas, no me quejo, yo trabajo así. Leí que Néstor decía “para hacer política hay que estar dispuesto a meter los pies en el barro”. Coincido: yo me meto de lleno, me embarro hasta el cuello en cada película que hago.”
–¿Cómo comienza la película?
–Será en 2003. El contexto en que se desarrolló la campaña electoral y cómo se fue dando todo hasta que él asume. Estuve viendo los spots de Menem, por ejemplo y ya desde el “¡Vamos Menem!” uno puede ver el modelo de país que proponía. ¡Una vergüenza! No hará falta ninguna voz en off porque las imágenes solas ya muestran mucho. Vamos a retomar el camino que Kirchner transitó hasta llegar a la presidencia, las elecciones, el ballotage y la renuncia de Menem, todo eso es fundamental para entender en qué momento estaba el país.
–¿Qué hitos de su vida política se contarán?
–No están todos definidos aún, pero sí te puedo decir los que no faltarán: el conflicto del campo, la Ley de Medios, toda la lucha por los Derechos Humanos, las alianzas propias de cómo se maneja la política, el divorcio con Duhalde, la Unasur.
–¿Pero también habrá un Néstor íntimo?
–No me interesa mostrarlo en un asado familiar. Florencia Kirchner me reunió material en video de la familia, pero aún no me he sentado a verlo. La idea es mostrar al hombre político, aunque todos los que lo conocieron bien, dicen que él siempre hablaba de política, la vivía con mucha pasión. Estamos buscando aspectos que nos permitan mostrar su personalidad. Él leía por ejemplo comics de El llanero solitario, y eso dice mucho de una persona, porque cada uno también se define con lo que lee y con la música que escucha. Es probable que incluya algo de la estética de El llanero solitario en algún momento del documental.
–Por el momento, me está ayudando en la recopilación de todo el material. Me interesa mucho el aporte de Florencia porque tiene 21 años, lo que sumará una visión propia de su generación. No sólo hablaremos de la militancia de los ’70, la que vivió Kirchner, sino también toda la movilización de juventud que estamos teniendo ahora.
–¿Qué imagen tenías de Néstor antes de empezar este trabajo?
–Lo descubrí como un tipo que siempre estaba trabajando. Él me hizo volver a la política después del escepticismo. Los seres humanos olvidamos con mucha facilidad el pasado. Veníamos de un país hecho pelota, a punto de dolarizarse, y apareció un ignoto como Néstor Kirchner, por el que muchos no apostábamos, y transformó la realidad. Era un pingüino loco que sería hermoso poder retratar en toda su dimensión. Queremos contar lo que le pasó a Kirchner con la gente y lo que él significaba para la gente.
–El proceso de realización que se eligió es muy distinto al tradicional. ¿No existe aún un guión escrito?
–No, y eso suma más al desafío. Aún no hicimos la selección de imágenes que lo formarán, nos falta mucho trabajo. Este será un largo cuyo guión se irá armando hasta el último día de realización. En este momento, (Ricardo) Forster y (Carlos) Polimeni me están apuntalando con todo el contexto político. Yo estaba alejado de las noticias y la actualidad. Recién a partir de la Ley de Medios volví a leer los diarios, porque toda esa discusión me abrió la cabeza.
–La decisión de incluir videos ya grabados te excluye de la función de elegir dónde poner la cámara. ¿Esta será una película con diferentes puntos de vista?
–El punto de vista final será igualmente el mío porque las decisiones de edición las tomaré yo. De todo el material que recibamos por la convocatoria online, que ya sé que ya hay mucho, se hará una selección. Hay que ver cuánto de lo que recibamos sirva y luego decidir cómo lo vamos a incluir. Falta mucho, tenemos por delante un proceso de realización largo. Vamos a armar un equipo de visualizadores.
–En la instancia en la que estás y considerando toda tu trayectoria, ¿cuál es la particularidad de encarar este proyecto?
–Nunca, en ninguna de mis películas anteriores, tuve tanta exposición como ahora. En los últimos días he sido entrevistado también por periodistas políticos y eso nunca me había pasado. Estoy entendiendo cómo es el juego de intereses porque hasta surgieron rumores acerca de mí. Toda esa exposición es la consecuencia de abordar a alguien sanamente polémico, como la figura de Kirchner. Más allá de eso, esto es hacer una película, trabajo de hacer cine, así siempre es bienvenida la posibilidad de hacer un film. Nunca había hecho un documental y siempre me interesan los desafíos. Este es, además, un documental político, a pesar de cierto escepticismo hacia la política, soy un animal político.
–Vos sos uruguayo. ¿Votás?
–No he votado nunca en mi vida. Ni en la Argentina, ni en Uruguay.
–¿Por qué?
–Es muy largo, vengo de una familia con un abuelo anarquista, me crié en casa de comunistas donde se hablaba de política en voz alta, a pesar de haber una dictadura, y realmente uno no puede renegar de eso. Elijo no votar como una manera de protesta sobre la representatividad de los políticos. No es que no esté de acuerdo con la democracia como forma de gobierno. He militado porque creo en la política bien hecha, por eso también marcho todos los 24 de marzo.
–¿La película ya tiene título?
–No, pero todos los archivos de mi computadora están nombrados con las iniciales NK.
Publicado por: Tiempo Argentino.
Convertido en un remolino de ideas. Así está Adrián Caetano por estos días. La semana pasada viajó a Santa Cruz a conocer algunos de los lugares donde vivió Néstor Kirchner. La tarea de armar un relato que no sólo repase su biografía sino que además muestre su personalidad, es un desafío tan difícil como el intentar llevarse al viento patagónico en una cinta de video.
Hace quince días que el cineasta está metido en una suerte de tifón: vive envuelto de ráfagas provenientes del sur que, lejos de marearlo, lo impulsan con fuerza a internarse en un proceso creativo que dé forma a un documental sobre el ex presidente.
Desde que aceptó ser el director del largometraje, que espera tener terminado para agosto, suma archivos con las iniciales NK en su computadora, todo lo que lee, cada búsqueda en Internet que hace, todas sus conversaciones están referidas a él. “No tenía un conocimiento detallado de su historia. Así que en este momento estoy leyendo todo lo que se escribió sobre él, a favor y también en contra. Me interesa mucho mostrar cómo se maneja la política en este país. Kirchner fue ante todo un gran estratega político.”
“Este será un documental de montaje”, define. “No habrá voz en off, ni testimonios tomados especialmente. Usaremos todo de archivo, tanto oficial como material de video casero. Así que hay mucho trabajo por hacer, porque recién estamos en la etapa de recolectar todo el material. Estoy dedicado prácticamente las 24 horas, no me quejo, yo trabajo así. Leí que Néstor decía “para hacer política hay que estar dispuesto a meter los pies en el barro”. Coincido: yo me meto de lleno, me embarro hasta el cuello en cada película que hago.”
–¿Cómo comienza la película?
–Será en 2003. El contexto en que se desarrolló la campaña electoral y cómo se fue dando todo hasta que él asume. Estuve viendo los spots de Menem, por ejemplo y ya desde el “¡Vamos Menem!” uno puede ver el modelo de país que proponía. ¡Una vergüenza! No hará falta ninguna voz en off porque las imágenes solas ya muestran mucho. Vamos a retomar el camino que Kirchner transitó hasta llegar a la presidencia, las elecciones, el ballotage y la renuncia de Menem, todo eso es fundamental para entender en qué momento estaba el país.
–¿Qué hitos de su vida política se contarán?
–No están todos definidos aún, pero sí te puedo decir los que no faltarán: el conflicto del campo, la Ley de Medios, toda la lucha por los Derechos Humanos, las alianzas propias de cómo se maneja la política, el divorcio con Duhalde, la Unasur.
–¿Pero también habrá un Néstor íntimo?
–No me interesa mostrarlo en un asado familiar. Florencia Kirchner me reunió material en video de la familia, pero aún no me he sentado a verlo. La idea es mostrar al hombre político, aunque todos los que lo conocieron bien, dicen que él siempre hablaba de política, la vivía con mucha pasión. Estamos buscando aspectos que nos permitan mostrar su personalidad. Él leía por ejemplo comics de El llanero solitario, y eso dice mucho de una persona, porque cada uno también se define con lo que lee y con la música que escucha. Es probable que incluya algo de la estética de El llanero solitario en algún momento del documental.
–¿Qué trabajo hará Florencia Kirchner?
–Por el momento, me está ayudando en la recopilación de todo el material. Me interesa mucho el aporte de Florencia porque tiene 21 años, lo que sumará una visión propia de su generación. No sólo hablaremos de la militancia de los ’70, la que vivió Kirchner, sino también toda la movilización de juventud que estamos teniendo ahora.
–¿Qué imagen tenías de Néstor antes de empezar este trabajo?
–Lo descubrí como un tipo que siempre estaba trabajando. Él me hizo volver a la política después del escepticismo. Los seres humanos olvidamos con mucha facilidad el pasado. Veníamos de un país hecho pelota, a punto de dolarizarse, y apareció un ignoto como Néstor Kirchner, por el que muchos no apostábamos, y transformó la realidad. Era un pingüino loco que sería hermoso poder retratar en toda su dimensión. Queremos contar lo que le pasó a Kirchner con la gente y lo que él significaba para la gente.
–El proceso de realización que se eligió es muy distinto al tradicional. ¿No existe aún un guión escrito?
–No, y eso suma más al desafío. Aún no hicimos la selección de imágenes que lo formarán, nos falta mucho trabajo. Este será un largo cuyo guión se irá armando hasta el último día de realización. En este momento, (Ricardo) Forster y (Carlos) Polimeni me están apuntalando con todo el contexto político. Yo estaba alejado de las noticias y la actualidad. Recién a partir de la Ley de Medios volví a leer los diarios, porque toda esa discusión me abrió la cabeza.
–La decisión de incluir videos ya grabados te excluye de la función de elegir dónde poner la cámara. ¿Esta será una película con diferentes puntos de vista?
–El punto de vista final será igualmente el mío porque las decisiones de edición las tomaré yo. De todo el material que recibamos por la convocatoria online, que ya sé que ya hay mucho, se hará una selección. Hay que ver cuánto de lo que recibamos sirva y luego decidir cómo lo vamos a incluir. Falta mucho, tenemos por delante un proceso de realización largo. Vamos a armar un equipo de visualizadores.
–En la instancia en la que estás y considerando toda tu trayectoria, ¿cuál es la particularidad de encarar este proyecto?
–Nunca, en ninguna de mis películas anteriores, tuve tanta exposición como ahora. En los últimos días he sido entrevistado también por periodistas políticos y eso nunca me había pasado. Estoy entendiendo cómo es el juego de intereses porque hasta surgieron rumores acerca de mí. Toda esa exposición es la consecuencia de abordar a alguien sanamente polémico, como la figura de Kirchner. Más allá de eso, esto es hacer una película, trabajo de hacer cine, así siempre es bienvenida la posibilidad de hacer un film. Nunca había hecho un documental y siempre me interesan los desafíos. Este es, además, un documental político, a pesar de cierto escepticismo hacia la política, soy un animal político.
–Vos sos uruguayo. ¿Votás?
–No he votado nunca en mi vida. Ni en la Argentina, ni en Uruguay.
–¿Por qué?
–Es muy largo, vengo de una familia con un abuelo anarquista, me crié en casa de comunistas donde se hablaba de política en voz alta, a pesar de haber una dictadura, y realmente uno no puede renegar de eso. Elijo no votar como una manera de protesta sobre la representatividad de los políticos. No es que no esté de acuerdo con la democracia como forma de gobierno. He militado porque creo en la política bien hecha, por eso también marcho todos los 24 de marzo.
–¿La película ya tiene título?
–No, pero todos los archivos de mi computadora están nombrados con las iniciales NK.
Publicado por: Tiempo Argentino.
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