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miércoles, 18 de agosto de 2010

Mario Alarcón Muñiz: Premio Santa Clara de Asís


El periodista Mario Alarcón Muñiz, un gran amigo de nuestra casa y de todo Gualeguay, ha sido galardonado nuevamente con el premio Santa Clara de Asís. Por esa razón conversamos con él y compartimos la gran alegría por esta distinción.
El premio Santa Clara de Asís es un premio a la comunicación que se entrega anualmente, desde hace bastante tiempo. No es una competencia, ni hay inscripción previa, ni categorías. Las Ligas de Madres de Familia de todo el país proponen nombres a una comisión central nacional y ésta asigna los premios tras analizar cada caso en particular. Este año la entrega se realizará en el Marriott Plaza Hotel, Florida al 1.300, Buenos Aires, el domingo 22 de este mes, a las 18.30.

Ante un nuevo premio Santa Clara de Asís y tras una larga trayectoria, ¿cuál fue el sentimiento que predominó en vos al enterarte del galardón?

M. Alarcón Muñiz: El anterior Santa Clara tiene relación directa con Gualeguay porque me fue entregado en 1977 por “Espontánea”, aquél programa matutino -para mí inolvidable- de LT38. Las circunstancias eran distintas, estábamos en plena dictadura, aquél programa era muy diferente del que ahora ha motivado el premio, pero me sucedió lo mismo: me sorprendí, porque no lo esperaba. Ni pensaba en eso, antes y ahora. Nunca he andado detrás de los premios. Si llegan, bienvenidos, me alegran, los celebro, pero no me preocupa conseguirlos o perderlos. En este oficio nos debemos a la gente que escucha o lee lo que hacemos, no a los jurados de los premios. Entonces hay que poner atención y dedicación en la actividad, nada más. Lo pensaba en el ’77 y lo sostengo ahora.

Mario Alarcón, hombre de radio, de televisión y de diario, ¿te has sentido cómodo en todos los medios? A esta altura de tu profesión, ¿sentís que la radio es tu medio?

M. Alarcón Muñiz: Es muy difícil definirlo. Desde ya descarto la televisión. Si hay que hacer para televisión un reportaje, un programa o un ciclo, los hago porque es mi trabajo, pero si puedo zafar, mejor. La televisión es más espectáculo que otra cosa, se pierde espontaneidad -en consecuencia se afecta la sinceridad-, estas muy atado a determinados parámetros que impone el medio, se tiende a la superficialidad y lo aparente más que al fondo de las cosas.
La radio y el diario sí, me gustan, me apasionan por igual. Me he pasado la vida entre diarios y radios. Son mi territorio. Además no sé hacer otra cosa. La radio te da la posibilidad de integrar un pedacito de la vida de miles de personas desconocidas del más diverso origen y condición social. Esto es impagable. Por eso hay que trabajar con seriedad que no es sinónimo de solemnidad y con gran respeto por la gente y el lenguaje que es base de nuestra cultura. En el diario la responsabilidad y el compromiso son iguales, pero una diferencia: lo escrito queda para siempre. Si me pides que me defina, paso. La radio y la gráfica me apasionan de la misma forma.

¿Qué le ha dado el periodismo a tu vida?

M. Alarcón Muñiz: Me ha dado todo. Ya te dije, no sé hacer otra cosa, ni siquiera sé si a esto lo hago bien, pero desde que comencé con mis primeros borradores, cuando estaba en quinto grado de la primaria, me di cuenta que era lo que tenía que hacer. Cada uno tiene una misión en la vida y ésta es la mía. Es un oficio por momentos mal remunerado o poco reconocido en las escalas salariales, pero he vivido de esto. Tengo seis hijos, dos tienen títulos universitarios, otro ha comenzado la universidad, el último está en la secundaria. Si tuviera que empezar de nuevo, elegiría el periodismo que es lo que me ha permitido vivir y sentirme bien.

“Entrerrianías”, que fue el motivo de la distinción. ¿Cómo surge? ¿En quë momentos se emite?

M. Alarcón Muñiz: “Entrerrianías” es un micro de dos minutos que sale al aire por LT14 cinco veces al día, todos los días del año, sin excepción. Se refiere a historias, leyendas, anécdotas, personajes, poesía, costumbres, flora, fauna, toponimia, cultura en general y algunos otros aspectos de nuestra tierra entrerriana y nuestra gente. Trabajo bastante en eso y grabo todo el paquete una vez a la semana. Comenzó hace casi diez años y me ha dado muchas satisfacciones, entre ellas este segundo Santa Clara. Por entonces la radio necesitaba un toque de entrerrianidad que la identificara y se le ocurrió a un compañero, Simón Volcoff, que yo podía dárselo y aquí estamos…

Tu caminar por festivales y por todos los pagos entrerrianos, ¿qué han significado para tu carrera y para tu vida?

M. Alarcón Muñiz: Lo de los festivales es un adicional, no sólo económico; si quieres un “hobby” de verano. De ellos lo que rescato es la cantidad inmensa de amigos que me ha proporcionado esa actividad en todas partes y la posibilidad de conocer diferentes lugares y alternar con personalidades de la música popular. No exagero si te digo que a todos los artistas de renombre los he presentado por lo menos una vez en algún lugar. Sólo se me escapó el más grande: Atahualpa Yupanqui.

¿Ya podemos hablar de una segunda edición de Entrerrianías?

M. Alarcón Muñiz: El micro “Entrerrianías” originó el libro así titulado que edité hace tres años. No es lo mismo, desde luego: una cosa es escribir para radio y otra para un libro. Pero el micro fue la base de varios temas que aborda el libro con la misma intención y mayor detenimiento. La primera edición se agotó y la segunda aparecerá antes de fin de año, al menos eso es lo que me he propuesto. Pero además estoy trabajando, sin apuro, en un segundo tomo porque muchísimas cosas me quedaron pendientes aquella vez.

¿Qué extrañaste de Gualeguay y qué grandes diferencias y aprendizajes te trajo una gran ciudad?

M. Alarcón Muñiz: Hamlet Lima Quintana decía: “Me gustan los pueblos chicos de gesto antiguo / con gente que da la mano y saluda al sol”. Siento como él y claro que extraño, pero no el Gualeguay de ahora, al que conozco poco y a la distancia, sino el de mi época allí. Y eso no tiene retorno. Como tampoco lo tienen algunos amigos que se han ido y ya no volverán. En Paraná me siento bien, como en mi casa. Claro, hace casi veinte años que estoy acá, tengo gran parte de mi familia, mis amigos y la posibilidad de los actos culturales, que son muchísimos, un domingo la popular de Patronato cuando es local y otro un asado en Oro Verde, las guitarreadas, en fin, las cosas que me gustan. No creas eso de la “gran ciudad”. Es una ciudad grande con sus problemas, el principal de ellos es que mucho gira en torno de la casa de gobierno y no es bueno que así sea. Pero en fin, aquí estamos y he aprendido tantas cosas que te llevaría varias páginas si las detallara. Más que aprenderlo he confirmado que uno tiene que ser como es en cualquier parte y entonces le va bien.

¡Gracias, Mario! y ¡FELICITACIONES!, así con mayúsculas, como lo merece un grande. Y como siempre te hemos sentido nuestro, a este premio lo consideramos un poquito nuestro también.

Publicado por: El Debate Pregón.

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