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martes, 10 de agosto de 2010

“Un fresco abrazo la nombra…”


Ante la hermosa y destacable decisión de publicar las OBRAS COMPLETAS del reconocido escritor de Gualeguay, Carlos Mastronardi, dialogamos con Elsa Serur de Osman, quien nos cuenta, relata y comparte lo que significa su obra.
Los gualeguayenses no hemos dimensionado a éste vecino, Mastronardi; como una de las prestigiosas plumas y más destacadas dentro y fuera de nuestro país.

¿Cómo surge la relación de Elsa y Eise con Carlos Mastronardi? Cuente todo!

-Elsa Serur: Bueno hace mucho tiempo; yo conocí la poesía de Carlos Mastronardi en la época del secundario en Paraná. Más adelante, fui a estudiar a Buenos Aires y en el ambiente literario todo el mundo hablaba de Mastronardi como de Borges, antes del 60.
Estaban en su apogeo, y por supuesto todos queríamos conocerlos, pero para los estudiantes eran inalcanzables.
Después de casados nos fuimos a vivir a Holt, y luego a Eise lo llamaron de Buenos Aires y lo nombraron asesor científico del laboratorio Bernabo, y allí se hizo muy amigo de un visitador médico que era de Gualeguay, se llamaba Magdalena. Pasado un tiempo regresamos a Holt. En aquella época era una zona muy aislada y los visitadores médicos no iban. Pero un amanecer nos sorprendió la llegada de este buen amigo, que había viajado en el tren de pasajeros de la madrugada, con una valija llena de medicamentos. Se intereso por nuestro trabajo literario, y nos contó que su padre era muy amigo de don Carlos Mastronardi y que si a nosotros nos interesaba conocerlo, el podría conseguirnos una entrevista. Yo contesté rápidamente que sí, y acepté la invitación pero Eise, más cauto, dijo que no.
Pasaron dos días y Magdalena nos aviso que don Carlos nos invitaba a tomar un café en el Tortoni, el viernes a las 8 de la noche. Esa noche tuvimos una conversación muy interesante y se habló de temas filosóficos y literarios.
Intercambiamos ideas y en un momento dado, Mastronardi, mirándonos sorprendido, comentó: ¡“Parece que en ese pueblito se lee mucho”!... Y sonrió. Desde ese momento, nació una relación de códigos compartidos que fue profundizando la amistad, que duró hasta el último día de su vida. Bueno, así lo conocimos y luego él nos presentó a Borges y a Juan L. a quién yo había visto alguna vez en Paraná. También nos habló de Carlos Álvarez, que había sido mi Rector en el secundario, y era su amigo. Otro poeta que conocimos por él fue Luis Morabes.
Estos libros, el que ya presenté, y las Obras Completas que vamos a presentar el 9 de octubre en Gualeguay, y en Setiembre en Santa Fe, en la Universidad Nacional del Litoral, y que hemos sedimentado durante tantos años, me ha permitido volver a rememorar, esas noches de bohemia, junto a Eise y don Carlos.
Largas caminatas por la Avenida de Mayo, que siempre terminaban en el café Tortoni y luego en el Castelar, donde solíamos cambiar ideas sobre diversos tópicos de la vida y la literatura. Más adelante, cuando se fue a vivir a Haedo, se sumo Eduardita, que también compartió esa afectuosa amistad. Y solíamos salir a caminar y luego a cenar, con ellos y nuestros hijos.
Muchas veces don Carlos nos visitó en Gualeguay, hasta su definitiva radicación en ésta ciudad. A través de las cartas de Valentina y de él, podemos comprobar que tuvo muchas invitaciones para pasar sus últimos años, además tenía a su hermana Adelita en Gualeguay, pero el eligió nuestra amistad. Su sobrino Jorge Lecuna, junto a su esposa, Tota Burruchaga, lo protegieron y lo acompañaron en todo momento.
Cuando regresó a Gualeguay, después de la muerte de Eduardita, compartimos momentos muy agradables, de conversaciones amenas, donde sus recuerdos afloraban en forma espontánea. Muchas de esas charlas se reflejan en el libro. Siempre lo recordamos con su fina ironía, su sentido nostálgico del pasado y la amistad profunda que nos dispensó.

Esas charlas, ¿eran verdaderos momentos empapados de Literatura u otros temas?

-Elsa Serur: De todo. En una de esas charlas interminables, pasada la medianoche, surgió el tema de la creación. Eise esbozó su teoría del arte y sus etapas. Explicitó que todos tenemos los estímulos, algunos tienen más percepción, que otros, y en otros aflora la intuición y por último el artista dotado de información, tiene la expresión. Lo más profundo es lo existencial decantado; pero, para llegar a la profundidad, debemos elaborar una forma, que nos posibilite llegar a esa profundidad, de lo contrario, la luz se refracta en la superficie sin llegar a la profundidad, por eso hay poetas como Mastronardi, donde su forma llega a la profundidad y otros quedan en la superficie del deslumbramiento. Tenemos dos tipos de decantación. La existencial, donde acopiamos durante nuestra existencia, que es la capa más profunda de donde saldrá la intuición y luego una sedimentación de información.
Mirá lo que recuerdo…Otra noche, fueron muchas las noche que nos quedábamos charlando sobre poesía. Y cuando la hora era muy avanzada, don Carlos, que tenía hábitos noctámbulos, encendía otro cigarrillo y decía. “La noche es joven aún, y la conversación está muy buena”. Por lo tanto se planteaba otro tema. En este caso se habló de la “tríada” Hegeliana, Eise le preguntó: si había leído mucho a Hegel?, y… el poeta le contestó que: “…con Valentina, había aprendido mucho, porque ella era experta en Hegel”. Eise sonriendo le dijo: ¡Hegel y otras cosas don Carlos! A lo que Mastronardi se apresuró a contestar: “Por supuesto, por supuesto amigo Osman!!!”
En alguna carta, había expresado con respecto a Eise, que sus teorías sobre el arte eran sagaces y acertadas. Muy a menudo éste tipo de momentos los revivimos…

¿Porqué y cómo se da la decisión de dejar a Elsa y Eise su archivo? Uds tienen sus derechos!

-Elsa Serur: Bueno, eso lo digo en mi libro: Lo recuerdo de nuevo…Estábamos con Eise, en una tarde desapacible del Otoño del 76. Había un viaje a Buenos Aires por razones de salud y era inminente. Don Carlos Mastronardi me entregó un sobre abierto, con una nota en su interior, en la que me autorizaba a disponer de sus pertenencias literarias, y un paquete cerrado, con las cartas de las mujeres que amó, de su familia, y de sus amigos. Borges y doña Leonor, Bioy Casares, Silvina Ocampo, Calveyra, Juan L. y muchos otros. Hay cartas hasta de el gran benefactor del Hospital San Antonio, el Dr. Vasallo Además un ensayo sobre Borges mientras decía, no sin tristeza en la voz:
“le dejo estos recuerdos .Confío en usted.” Con acongojado respeto los guardé. - Después de su muerte, Jorge Lecuna, su sobrino y único pariente, me entregó dos paquetes muy grandes de papeles y un documento firmado por él ante escribano público, donde me legaba todo el archivo de su tío. Y con ese archivo, y las treinta y cinco cartas que le escribió a Eise, que serán comentadas por el critico literario profesor Héctor César Izaguirre y publicadas en las Obras Completas. También participa en este libro, el escritor Miguel Ángel Federik. Y otros escritores. En estos días nos van a enviar de la Universidad Nacional del Litoral, las pruebas de galera, para corregir, antes de enviarlas a imprenta. Es algo hermoso para nosotros y ha llegado la hora luego de muchos años en compartir todo.

¿Por qué el 7 de octubre, Gualeguay debe apropiarse de ese reconocimiento para realzar la figura de Carlos Mastronardi?

-Elsa Serur: Porque el 7 de octubre es un aniversario y efectivamente Gualeguay debe apropiarse y realzar mucho la figura de su hijo Carlos Mastronardi.
Porque es uno de los poetas más notables que ha dado la Argentina, para enriquecer el gran libro de la Literatura Universal y porque tenemos el honor y el deber de reconocerlo porque ha nacido aquí. Eso nos enorgullece y nos obliga a todos a rendirle un merecido homenaje, a este gran poeta, que junto a sus pares, han logrado y que podemos decir con orgullo, “GUALEGUAY, CAPITAL CULTURAL DE ENTRE RIOS.” Y por eso debemos homenajearlo, y es lo que tratamos de hacer, además de agradecer a la Universidad Nacional del Litoral y a sus autoridades, por aceptar nuestra propuesta, y publicar a los poetas más destacados de nuestra provincia.

Debemos comparar a Mastronardi, Juanele, Veiravé o es imposible? Y es bueno que la Universidad Nacional del Litoral los edite.

-Elsa Serur: No me gustan esas comparaciones. Las creaciones literarias son únicas, por lo tanto a esos niveles de expresión, solo queda la admiración, no la comparación.
Además reflejan una visión personal del mundo, cuyo tono es de alguna manera excluyente para cada uno de ellos.
Quisiera agregar a estos tres poetas, a un exquisito poeta, oriundo de Gualeguay, que se llamó, Luis Morabes, quién fue admirado por don Carlos, y no ha tenido la difusión que se merece.
Cesar Tiempo cuenta que en un reunión literaria en Florencia, Eugene Montale-Premio Novel de Literatura y uno de los poetas más relevantes del siglo XX, llevó para analizar la poética de Carlos Mastronardi, a ese nivel y con el reconocimiento de Eugene Montale, queda todo dicho.

¿Le voy a insistir en la decisión de la Universidad?

-Elsa Serur: A no dudar de la decisión que se tomó. Muy significativa. Es imprescindible en estos momentos volver a la fuente de los creadores, que enaltecieron a nivel mundial nuestra cultura, por lo tanto es loable que la Universidad Nacional del Litoral haya publicado a nuestros grandes poetas. Como dice Eise, “porque el pasado se refleja en el presente y se proyecta hacia el futuro.”

Publicado por: El Debate Pregón.

1 comentario:

  1. Cuanta riqueza hallé al pasar por aquí, Mastronardi lo vuelvo a descubrir en este sitio, gracias por este reportaje.Un abrazo.

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