Decenas de revistas se crearon en Paraná en el siglo XX, ya desde sus comienzos. Ninguna pudo perdurar demasiado en el tiempo. Los costos de impresión, el valor del ejemplar, la pauta publicitaria, eran los principales motivos. No obstante marcaron su impronta en un tiempo que las vio surgir y apagarse, resurgir en otras y así, sucesivamente.Sólo la curiosidad de un ansioso se atreve a inmiscuirse en el final de un libro, en las líneas últimas que dan cierre a un relato. Con esa misma indiscreción puede el lector aventurarse en la intromisión de cualquier texto de varias páginas: revistas, inclusive. Sobre todo cuando al dar vuelta las hojas, las historias del viejo mundo se van actualizando y desentramando decenas de historias que se escapan al rápido entendimiento. Entonces el lector se maldice por no ser todopoderoso, y poder contemplar de una vez, todo lo que ellas guardan.
Página 29: “Líneas y recorrido en tranvías: Línea 1, de Puerto Nuevo a Cementerio: Luces lila y colorada. Línea 6 de Corrales a Parque Urquiza. Luces, dos rojas”. Como si se tratara de la receta de un médico, la última página brinda las indicaciones pertinentes para viajar en tiempo y forma.
Página 7 anuncia: “Sábado 5 de agosto de 1950. El cine Select de Paraná tiene un rotativo especial: a las 17.15 y a las 20.40: Sueña amor mío, con Claudette Colbert. A las 19.05 y 22.30: Jugando con la Muerte; con Mickey Rooney”. Las propuestas siguen en el Cine Rex, Cine Teatro 3 de Febrero, Mayo, Ideal, Círculo, Sáenz Peña y Bavio.
En la página 5, antes de llegar a la tapa aparece el “Panorama Radial” de esos días.
Allí se cuenta que la Radio General Urquiza ha dado comienzo a un ciclo de audiciones tituladas “Sea usted hoy nuestro astro o estrella” que se difunde todos los miércoles. En el programa “hallan cabida todos los aficionados al radioteatro que quieren demostrar sus condiciones, tocándole al público definir por votación. Los ganadores pasan a formar parte de la compañía de la escritora y actriz Martha Dorgan”.
Finalmente en la tapa se puede ver: Guía es el nombre de la publicación, en la que esta información aparece. Sobre la portada verde se anuncia: “Guía. Una fuente de información general. Aparece los sábados”. Más abajo, el gesto congelado de Ingrid Bergman, en la película Juana de Arco, corona la presentación. Se trata del ejemplar número 11, correspondiente al 5 de agosto de 1950; de la revista fundada en mayo de ese año. Se trata de una de las tantas que circularon en Paraná a mediados del siglo XX.
CIUDAD DE PAPEL. La historiadora Ofelia Sors contabiliza cerca de 45 revistas fundadas en casi 30 años, especialmente a partir de 1919, momento en el que la prensa comenzaba a crecer en Paraná.
La época en la que la mujer marca un auge, aparecían publicaciones como La Revista y Vida. La primera nacía como órgano oficial de la Federación de Empleados Públicos de Entre Ríos; la segunda como revista ilustrada. Otras eran Prometeo (1921), La Revista Universitaria del Litoral (1922), Anales de la Facultad de Ciencias de la Educación (1923); Hermes (1924) publicación del Centro de Almaceneros Minoristas; la revista ilustrada, literaria y social Claridad (1927; entre otras tantas.
Comenzada la década de 1930, se empezaban a difundir publicaciones como: La Revista Comercial de Entre Ríos e Inquietud, que aparecía cada dos meses; La Novela Entrerriana; La Revista del Centro Comercial.
La década que sigue arranca con la revista Ideas, que abordaba asuntos jurídicos políticos y gremiales; La Revista de Policía, La Voz Radical y la publicación literaria Reflejos. Se crean la Revista de la Asociación Filatélica Entrerriana; Mástil; la revista del Colegio de Escribanos de Entre Ríos y Chispas, publicación quincenal de radio, cine, teatro y literatura.
La enumeración sigue y se hace imposible de contemplar: Revista de la Academia de Entre Ríos, Orquídea, Tuya, Revista del Círculo Médico de Paraná; Luz y Verdad; Mundo Entrerriano; son algunas de ellas, que sobrepasan incluso, 1950.
LETRAS DE REVISTA. Cuando comenzó a andar en la actividad periodística, Adolfo Argentino Golz, tenía 14 años. Con altibajos, siempre colaboró con casi todos los medios gráficos que la ciudad vio crecer, tal como él mismo describe, sentado en una silla de la Redacción, inmerso en un gerundio eterno: recordando.
Golz participó como colaborador en revistas de la época, pero además dirigió y creó otras. La primera fue Enfoques, después creó Letras, Guía, y dirigió Boletín Universitario y Expansión, semanario que después pasó a ser diario, pero ya sin su participación.
El periodista habló sobre esa historia de revistas que se sucedió en parte del siglo XX.
“Mantener una publicación no era cosa sencilla. Antiguamente tenías que apelar a maquinarias manuales, o a la linotipo.
“La única imprenta que tenía linotipo era Nueva Impresora, que estaba en calle Buenos Aires. Ahí se hacían periódicos, se imprimían libros y era un lugar que concentraba la impresión de Paraná y otros lugares cercanos. Si no, se mandaba a Santa Fe. Pero cruzar en lancha o en balsa en aquella época, significaba por lo menos tres o cuatro horas de viaje”, contó Golz, además de que los costos y el tiempo de impresión eran altos.
Guía, precisamente, era la revista de mayor tirada de todas las que fundó. Largaba entre 1.200 y 1.400, mientras las demás imprimían entre 500 y 800 ejemplares, según recuerda. Pero finalmente cerró, como todas las demás.
MEMORIAS. El profesor Miguel Ángel Andreetto, participó de varias de las revistas de la época en la ciudad. Recuerda la existencia de Fibras, de la Comisión Municipal de Cultura, en 1948 y de otras revistas estudiantiles. “En 1936 en la Escuela Normal salió una revista que se llamaba El Normalista que salió solamente en tres números, porque en febrero de 1937, el Ministerio de Justicia e Instrucción Pública disolvió todos los centros estudiantiles de la enseñanza secundaria”, relató. Por su parte el Colegio Nacional hacía una publicación para el día del estudiante, explicó.
Después, existían revistas esporádicas que salían a la calle a partir de eventos puntuales, y morían en el primer número. “En el año 1967 hubo un campeonato de básquet argentino y se hizo una revista con ese motivo. También el club Echagüe cuando cumplió cinco años publicó otra revista; lo mismo hicieron la Sociedad Italiana y la Española”, recordó. Andreetto aparece en la enumeración de las colaboraciones de varios de estos ejemplares.
El hombre suma su hipótesis a los por qué de la emergencia y pronta decadencia de todas las revistas en la ciudad: “Uno se lo puede explicar porque las revistas que he nombrado la gran mayoría era de distribución gratuita y entonces no se podían mantener”, apuntó.
TRASCENDENCIA Y DECLIVE. Una revista entrerriana para todo el mundo, era el eslogan de Enfoques. La publicación, de 1949, contenía artículos sobre historia, misceláneas, cultura y deportes, entre otros. Varias revistas de la época tenían algunas pretensiones de trascender las fronteras. La que sí la tuvo fue Letras, que integró la lista de las revistas culturales de trascendencia en el país. Salió a la calle durante dos años. Un tiempo considerable, para el tiempo de vida al que estaban atadas ese tipo de iniciativas en la ciudad.
“Normalmente las publicaciones más de tres o cuatro años no duraban. Algunas subsistían bastante más, sobre todo las de sociales, que contaban con avisos que se pagaban: fallecimientos, nacimientos, cumpleaños”, explicó Golz.
“En aquella época no se conseguía publicidad fácilmente. A veces poníamos plata de nuestro bolsillo para poder salir. Era impensado obtener dinero de esas ventas. Es lo que pasó con todas las publicaciones gráficas de Paraná: se han fundado y fundido. Es un axioma que se ha cumplido inexorablemente”, reafirmó el periodista.
No obstante, finalizada una publicación, siempre había quien se ponía nuevamente en tareas de concebir otra, más allá de todo. “Es como un bichito que te pica adentro. Uno siente la necesidad de hacer daño”, ironiza y se ríe. “¡Qué se le va a hacer! Los periodistas no tienen fecha de vencimiento”.
Publicado por: El Diario de Paraná.
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