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El histórico Molino Forclaz se incorporó a la lista de organismos que dependen de la Subsecretaría de Cultura de Entre Ríos. La idea, en relación al lugar, declarado monumento histórico nacional en 1985, es que sea un museo, en este caso testimonio de la inmigración y su aporte en el sur de la provincia.
Testimonio fallido, por el resultado, pero testimonio al fin del aporte de la inmigración europea en la provincia, el Molino Forclaz se levanta, como un hito de la presencia de contingentes suizos, franceses e italianos en el sur de la provincia.
Ubicado entre Colón y San José, en el límite del ejido de ambos municipios, la construcción, erigida en 1888 por Juan Forclaz es la concreción de un sueño –trunco finalmente por sus magros resultados- de este inmigrante que se propuso aprovechar la fuerza del viento para mover un ingenio que le permitiese –a semejanza de Europa- mecanizar parte del proceso de producción.
Para ello, recurriendo a modelos empleados en el Viejo Continente, Forclaz levantó la estructura de un molino e invirtió importantes recursos para terminarlo. Pero los cálculos fallaron y las aspas, inertes como brazos caídos, se negaron a cumplir la función para la cual habían sido concebidas. El fracaso fue por partida doble, ya que se intentó que la maquinaria trabajase con un mecanismo de malacate. Pero los avances tecnológicos en ciernes a fines del siglo XIX hicieron que el proyecto quedase obsoleto y abatieron en la tristeza a su creador, que falleció tiempo después.
Desde entonces el lugar se convirtió en una referencia y paulatinamente en un punto de interés histórico y turístico.
Monumento. En 1985, el lugar fue declarado Monumento Histórico Nacional por decreto 3.066 del Ministerio de Educación y en 2003, mediante Decreto 6676/03 fue incorporado a la nómina de edificios con valor patrimonial e histórico por parte de la Subsecretaría de Cultura de Entre Ríos.
Recientemente, y luego de varios años de gestiones, acaba de ser incorporado a la lista de organismos que dependen de la Subsecretaría de Cultura de Entre Ríos.
“La intención es que sea un museo más, en este caso testimonio y memoria de la inmigración y su aporte en el sur de la provincia”, indicó a EL DIARIO el subsecretario de Cultura, Roberto Romani.
La iniciativa, que entre sus propósitos tiene también constituirse en un homenaje a Juan Forclaz, tiene múltiples aristas. Actualmente se trabaja en la incorporación de guías y en la impresión de folletería para mejorar los servicios brindados a los visitantes.
Es que, señala Juan Carlos Buet –designado recientemente como delegado administrador por Cultura en el flamante organismo- “en este momento contamos con dos personas que se encargan de recibir a los turistas y mostrarles el predio, contarles de la historia del lugar y acompañarlos en el recorrido por los edificios, el molino y la casona adjunta”. Uno de los guías es aportado por el Municipio de Colón; el otro por el Municipio de San José. En ese panorama “nos multiplicamos para realizar las actividades”, aclara el responsable del lugar.
Si alguien viajase hoy mismo al molino, y quisiera ser parte de una visita guiada, puede visitarlo los días lunes y viernes entre 14 y 17 y sábados y domingos entre las 10 y las 17. Aunque en julio, en vistas del período de vacaciones coincidente con el receso escolar de invierno, el horario se ampliará todos los días de 10 a 17, “excepto los miércoles que cerramos para realizar mantenimiento”, adelantó Buet a EL DIARIO.
VOLUNTADES. Buet es presidente de la Asociación Amigos del Museo Forclaz. La entidad fue creada en 1987. Buet forma se sumó como integrante hace seis años y luego se incorporó a la Comisión Directiva de la misma, su entusiasmo por el lugar y su compromiso con el proyecto hizo que naturalmente se le fueran confiando responsabilidades mayores, al punto de que hoy es el presidente de la Asociación y administrador del lugar con el acuerdo de los municipios de Colón y San José.
“Somos un grupo de unos 15 vecinos los que trabajamos en forma permanente en la Asociación”, confió el directivo.
Con ese equipo se maneja para concebir proyectos, como las visitas guiadas teatralizadas al Molino. Se trata de un grupo de actores de la zona que, ataviados con vestimentas tradicionales, recrean algunas escenas de la vida de los inmigrantes en el lugar. No se trata, aclara Buet, de una obra o representación teatral como las que se realizan en el palacio San José, en Concepción del Uruguay, ya que en Forclaz, los actores dialogan por momentos con los visitantes, contestan preguntas e interactúan con el público.
“Es muy atractivo. Hay un intercambio entre una época y otra, y eso es algo muy lindo y atrapante”, consideró el administrador, que destacó la participación del elenco de actores de la zona. “Gente que lo hace de mucho corazón y esto también es parte de lo que queremos entregarle a la gente, ya que se trata de mostrarle la idiosincracia de la gente”.
La iniciativa “nos ha dado muy buenos resultados”, señaló Buet. La propuesta “forma parte del paquete de ideas ligadas al marketing” para instalar el lugar en el interés del turismo y ofrecer un servicio atractivo, indicó el funcionario para quien “la apuesta es a difundir lo nuestro sobre todo a partir de la conformidad de quienes nos visitan. Eso hace que recomienden a familiares, amigos, conocidos el molino y ese mecanismo de difusión de boca en boca nos está dando buenos resultados”.
Para confirmar su aseveración, el administrador exhibe un número resultado de la estadística que manejan en el lugar: “Este año, con este sistema de visitas viernes, sábado y domingo, ya hemos recibido unas 6.000 personas, que aumentará en forma importante el mes próximo en el período de las vacaciones”, asegura.
Mientras tanto, en preparación al aluvión de visitantes que, de acuerdo a las estimaciones del responsable del sitio, llegarán al lugar a partir de julio, se imprimen folletos con la nueva imagen institucional de Cultura de la provincia, y se apresta el lugar para recibir a los turistas.
Valor patrimonial
El molino fue construido en 1888-90 por Juan Forclaz. Su constructor, de origen suizo, llegó a esta zona en 1859, a los seis años de edad.
Fue declarado Monumento Histórico Nacional El 26 de noviembre de 1985, por resolución 3066, el Ministerio de Educación y Justicia de la Nación, lo declara Monumento Histórico Nacional y constituye un símbolo del esfuerzo y tesón de los primeros colonos.
Destinado a moler granos de trigo y maíz como era de estilo holandés, necesitaba vientos potentes, es así que nunca llegó a funcionar plenamente. Su dueño tuvo que volver a utilizar el antiguo sistema de molienda, llamado malacate.
La histórica construcción está ubicada a 4 kilómetros de la ciudad de Colón, a 200 metros del antiguo camino que une Colón con San José en terrenos del ejido colonense, en un punto equidistante entre ambos
Los cimientos están hechos de piedra mora, la cual abunda en la zona. Su base tiene 25 metros de circunferencia y 1 metros de espesor. Sobre ellos se levanta la pared en forma cónica, que hasta los tres metros es también de piedra mora, luego continúa con ladrillos hasta los doce metros. En la parte superior tiene una cúpula de zinc giratoria, donde van afirmadas las aspas, lo que permite orientarse según la dirección del viento.
Las cuatro aspas tienen cuatro metros de longitud, y están construidas en forma similar a una escalera de un metro de ancho; a estas van adheridas velámenes de lona fina.
El molino junto a una antigua vivienda, los galpones para depósito de herramientas de labranza, el molino de malacate, el aljibe, conforman un conjunto arquitectónico representativo de lo que eran las chacras de inmigrantes de la Colonia San José. De allí su valor testimonial e histórico.
Todas estas construcciones se encuentran agrupadas y ubicadas en la zona más alta del predio. El resto de la chacra estaba destinado a tareas de labranza de la tierra, en sus diferentes opciones: huertas, plantación de frutales, pastoreo, sembradíos, etc.
Buen estado
Desde el punto de vista edilicio la estructura del molino en sí no presenta problemas graves”. La apreciación la realiza el arquitecto Gabriel Terenzio, responsable del Área Patrimonio de la Subsecretaría de Cultura de la provincia, encargada de inspeccionar y e- levar los informes técnicos respectivos del estado en que se encuentran construcciones de valor histórico y testimonial en Entre Ríos. En un informe técnico del organismo, se indica que “los mecanismos originales del molino de viento, realizados totalmente en madera, se encuentran afectados por un avanzado grado de carcoma, por lo cual se hace necesaria una consolidación y/o restauración completa. Lo mismo vale para los mecanismos del molino de malacate”.
Terenzio viajó el jueves a Rosario para participar junto a Buet en una reunión con un equipo de trabajo de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), interesado en poner en valor el lugar y restaurar y hacer funcionar nuevamente el mecanismo del molino. Lo que se proponen desde la UNR es poner en marcha todo el mecanismo a través de un malacate.
“Hace un tiempo un docente que nos visitó desde Rosario se enamoró del lugar y su historia y nos propuso trabajar para restaurar la parte mecánica”, recordó Buet. La propuesta tuvo eco favorable. “Eso –puntualizó- fue hace ya cuatro años, y en este tiempo se ha avanzado en líneas paralelas. Por nuestra parte consolidando institucionalmente un organigrama que nos posibilitase efectuar los trabajos como corresponde desde lo técnico y lo administrativo, para lo cual se han enviado los proyectos y se han requerido las autorizaciones que corresponden a la Comisión Nacional de Monumentos, sitios y lugares históricos, de la cual depende el Molino”.
Por otro lado, en Rosario, el equipo dio pasos adelante en cuanto a poder concretar las tareas, que serían realizadas por estudiantes del Instituto Politécnico que depende de la UNR.
Los resultados fueron positivos. “Volvimos contentos”, indicó el administrador del nuevo organismo que, consideró al proyecto como “factible y viable”.
“No falta mucho y sería algo importantísimo tener el molino en funcionamiento”, indicó antes de asegurar que “la parte económica no es problema, no son montos muy elevados los que se necesitan y estamos en condiciones de encarar los trabajos necesarios”.
6.000es el número de visitantes al sitio histórico en el corriente año
25metros es la circunferencia de la base
1 metro es el espesor de las paredes
Publicado por: El Diario de Paraná.
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