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sábado, 24 de septiembre de 2011

Palabra luminosa

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EL DIARIO comparte con sus lectores una sucesión de notas y textos escritos por personalidades que descollaron en el panorama literario de la provincia durante el siglo XX. Esta iniciativa pretende, además, ser un homenaje y reconocimiento a esos nombres que aportaron con su talento, sensibilidad y compromiso, a consolidar el prestigio de las letras de la provincia y lo hicieron a través de esta Hoja. Hoy Juan L. Ortiz.

Juan Laurentino Ortiz nació en Puerto Ruiz, Gualeguay, el 11 de junio de 1896; a los tres años su familia se trasladó a Villaguay, porque su padre era administrador de una estancia de General Racedo.
Desde muy niño a Juanele lo atrajo el paisaje montielero, se bañaba en los tajamares, observaba los pájaros y escuchando su canto, se quedaba largo tiempo, extasiado. Miraba los amaneceres, subido a los árboles del monte, descubriendo allí el zorzal, la calandria, el boyero, la tacuarita...
Esos años lo marcaron para siempre. En toda su poesía una y otra vez volverá sobre aquel paisaje de su infancia. Ya maduro, regresará a Villaguay, recreando esos momentos de los primeros años en la “Vidalita de la vuelta” que fue musicalizada por Walter Heinze.
Cursó en Villaguay la escuela primaria. Luego su familia retornó a Gualeguay, donde Juan comienza y no termina el Magisterio.
Es en su ciudad natal donde comienza a leer incansablemente y a tomar contacto con los principales poetas del mundo. Es aquí también donde inicia su relación con los que habrán de ser algunos de sus grandes amigos. Carlos Mastronardi, el músico Isidoro Maiztegui y el pintor Cesáreo Quirós.
En Gualeguay conoce a la que será la compañera de toda su vida, doña Gerarda Irazusta y escribe el hermoso poema “Ella iba de pana azul”. En ese momento Gerarda tenía 14 años y Ortiz, 22.
Estando en Gualeguay se produce la Revolución Rusa, en 1917, Juanele adhiere a esas ideas y se ilusiona con el nuevo mundo que se anunciaba.
Es por entonces que comienza a trabajar en el Registro Civil, donde llega a ser jefe, al igual que del Juzgado de Paz.
Al jubilarse, alrededor de 1940, se traslada a Paraná. Vive en una modesta casa en calle Tucumán, cerca al Parque Urquiza, en la que lo visitaron, entre otros: Juan Ramón Jiménez, Margarita Xirgus, María Teresa de León, Rafael Alberti y Pedro López Lagard. Luego se traslada a la casa del final de calle Buenos Aires, en un balcón sobre el río junto a Gerarda y su hijo Evar. Allí es donde alcanza a conocer a su nieta Claudia. Es en esa casa donde escribe el conocido poema “Fui al río”.
La Fundación para la Poesía le otorga un importante premio que ha de recibir en Buenos Aires, compartido con su amigo Raúl González Tuñón. Allí es rodeado por poetas y artistas ansiosos por escuchar su palabra, su sabiduría. En esa ocasión se reencuentra con viejos amigos como el mítico coronel de la República española, Francisco Galán, aquel de la copla “habremos de tomar el puente / para que cruce Galán con su columna valiente...”
Falleció en Paraná el 2 de septiembre de 1978.
Los restos de Juan L. Ortiz descansan en el cementerio de Gualeguay, junto a los de Gerarda Irazusta.

Hay entre los árboles...
Hay entre los árboles una dicha pálida,
final, apenas verde, que es un pensamiento
ya, pensamiento fluido de los árboles,
¿luz pensada por éstos en el anochecer?

Imágenes oscuras, los pájaros vacilan,
y quiebran, al fin, tímidas frases entre las hojas:
la pura voz delgada de ese pensamiento
que quiere concretarse porque empieza a sufrir.

¿Sufrir por qué? Alado, tiembla hacia las nubes,
miedoso de perderse, de morir, a pesar
de la gravitación ya sensible de algunas
estrellas y del llamado espectral de las flores.

Ella iba de pana azul
Ella iba de pana azul entre las manzanillas. Ella.
La mañana pesaba ya, dulcemente.
¡De qué color la sombrilla contra el amor de Octubre?

Entre las manzanillas ella iba.
Entre la nieve ardiente ella iba.

¡En qué ligerísima penumbra sus labios florecían?

(Oh sin la penumbra,
toda la abeja del aire,
toda, sobre sus labios...)

Entre las manzanillas ella iba.
La voz, la voz de niña, algo indecisa aún,
Con pudor, con cierto pudor, de los pétalos ebrios...

Esa edad de Jacinto, ay, ese aire...
Entre las manzanillas ella iba de pana azul,
De un azul más grave que el del Domingo,
azul, porque ya era el destino
De ojos a veces bajos o turbados... mi destino.
Mi destino... y yo a su lado, qué?
Ella iba de pana azul entre las manzanillas. Ella.

Fui al río...
Fui al río, y lo sentía
cerca de mí, enfrente de mí.
Las ramas tenían voces
que no llegaban hasta mí.
La corriente decía
cosas que no entendía.
Me angustiaba casi.
Quería comprenderlo,
sentir qué decía el cielo vago y pálido en él
con su primeras sílabas alargadas,
pero no podía.

Regresaba.
–¿Era yo el que regresaba?–
en la angustia vaga
de sentirme solo entre las cosas últimas y secretas.

De pronto sentí el río en mí,
corría en mí,
con sus orillas trémulas de señas,
con sus hondos reflejos apenas estrellados.
Corría el río en mí con sus ramajes.
Era yo un río en el anochecer,
y suspiraban en mí los árboles,
y el sendero y las hierbas se apagaban en mí.
¡Me atravesaba un río, me atravesaba un río!

En el Parque
–No salgamos del Parque todavía...
me rogaba mi alma ante el banal
apremio que el regreso me imponía
–No salgamos del Parque, que mi mal

de hastío se fundiera en la alegría
de esta dorada luz primaveral,
tan dulce, que su diáfana armonía,
hace la tarde casi musical.

No salgamos del Parque... hasta la más
humilde hierba está como transida
de esta delicia clara y extasiada

y ahora soy un ave que esta paz
canta, sobre la rama más subida,
melodiosamente enajenada.

Publicaciones

“El agua y la noche”. Editorial P.A.C, Buenos Aires, 1933.
“El alba sube...”. Rumbo, Buenos Aires, 1937.
“El ángel inclinado”. Editorial Feria, Buenos Aires, 1938.
“La rama hacia el este”. AIABE, Buenos Aires 1940.
“El álamo y el viento”. Editorial Sauce, Paraná, 1947.
“El aire conmovido”. Editorial Sauce, Paraná, 1949.
“La mano infinita”. Editorial Llanura, Paraná, 1951.
“La brisa profunda”. Editorial Este, Paraná, 1954.
“El alma y las colinas”. Editorial Este, Paraná, 1956.
“De las raíces y del cielo”. Editorial Este, Paraná, 1958.
“En el aura del sauce” (antología). Editorial Biblioteca de Rosario, (1970- 1971).
“Obras completas”. Universidad Nacional del Litoral, Santa Fe, 1996.

Publicado por: El Diario de Paraná.

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