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domingo, 24 de octubre de 2010

"Si ser notable es haber nacido en Gualeguay, soy notable"


“Sí, algo es cierto, soy mayor. Puedo decir, a la manera de Neruda confieso que he vivido. Ahora, lo de notable estaría por verse. Si ser notable es haber nacido en Gualeguay, soy notable. Si haber sido amigo de Juan L. Ortiz y también de Carlos Mastronardi, de Emma Barrandeguy, soy notable. Soy mayor, ya lo dije pero debo confesar que no sé si soy notable. Y no sé si lo merezco. En el caso de que lo merezca quiero agradecer a los que me han postulado y apoyado”.

Esas fueron las palabras de Juan José Manauta, autor entrerriano, cuando agradeció el homenaje que la Cámara de Diputados de la Nación le realizó como Mayor Notable, a propuesta del diputado nacional Lisandro Viale.

La obra literaria de Manauta es muy valorada por los círculos intelectuales argentinos, aunque no ha tenido la suficiente difusión editorial y gran parte de sus libros no se han vuelto publicar. Hace poco tiempo, la editorial de la Universidad Nacional de Entre Ríos publicó sus cuentos completos y fue una gran noticia para todos sus lectores.

“Se armaban terribles discusiones sobre Bioy Casares, David Viñas, el padre Castellani, Manauta y la política de YPF”, cuenta Oliveira, el protagonista de Rayuela, de Cortázar, cuando regresó a Buenos Aires.

Juan José Manauta nació en Gualeguay, en 1919.

“Mi madre era directora de una escuela infantil suburbana, así llamadas en Entre Ríos, escuelas de alfabetización destinadas a familias pobres. Bueno, yo nací allí. Seguro que tomé la historia (la trama de su novela Las tierras blancas) de alguno de mis compañeros de esa infancia. De adulto empecé a recordar, porque no la escribí en Gualeguay sino en Buenos Aires… Odiseo [el personaje de la novela] y sus amigos iban a la escuela de mi madre. Los conocí allí”. (Entrevista de María Malusardi, Revista Nueva, octubre de 2000)
En su Gualeguay natal inició un sólida amistad con poetas fundamentales de Entre Ríos: Carlos Mastronardi, Juan L. Ortiz y Amaro Villanueva.
“Juanele era amigo de mi padre; solía comprarle ejemplares de sus libros de poemas, esos que vendía en bicicleta por el pueblo. El contacto con él y la cercanía de la biblioteca, a cargo de Mastronardi, fueron fundamentales para mi formación”. (Entrevista de Jorge Boccanera en el diario La Capital, 14 de marzo de 2004).

Luego de recibirse de maestro normal, en 1938 partió a La Plata para seguir la carrera de Letras y tiene como profesores a Pedro Henríquez Ureña, Amado Alonso, Arturo Capdevila y Ricardo Levene, entre otros.
“Esos años me dieron un ordenamiento de la literatura y me posibilitaron conocer a gente interesante que influyó en mi obra, como el entonces secretario de la Facultad de Humanidades, Juan José Arévalo, años más tarde presidente de Guatemala”. (Entrevista de Jorge Boccanera)
Nunca ejerció como profesor de letras, pero vendió libros para la editorial Signos.
En 1944 publicó su libro de poesía “La mujer en silencio” (editorial Feria) y en 1952 su novela “Los aventados” (editorial Hemisferio).
“La prosa me abrió un camino que yo estaba dispuesto a transitar aunque no fuera realmente lo que yo hubiese querido ser como escritor. Quería ser poeta. Es posible que yo haya acertado en dos o tres frases o en algún capítulo o en alguna parte de algún cuento como para satisfacer mi ansiedad poética.”
En 1956, la editorial Doble P publica su novela “Las tierras blancas”, que obtiene la Faja de Honor de la Sociedad Argentina de Escritores (SADE) y posteriormente es llevada al cine por Hugo Del Carril que se estrena en 1959.
“Es un punto de partida y de llegada. Tanto el aprendizaje de años anteriores como el ritmo del oficio adquirido en los siguientes, tienen como eje esa obra” (Entrevista con Jorge Boccanera).

El 28 de julio de 1960 se estrena en Buenos Aires “Río abajo”, con dirección de Enrique Dawi y guión de Juan José Manauta, sobre la obra homónima de Lodobón Garra. Al año siguiente, recibe el Premio Fondo Nacional de las Artes por “Cuentos para la Dueña Dolorida”, libro editado ese mismo año por la editorial Losada de Buenos Aires.
En 1980, la Sociedad Argentina de Escritores (SADE) le otorga la Faja de Honor por el libro de cuentos “Los degolladores”, publicado ese año por la Editorial Corregidor, de Buenos Aires; en 1985 recibe el Premio Municipal de la Ciudad de Buenos Aires por “Disparos en la calle”, publicado por la editorial Emecé; en 1994 recibe el Premio otorgado por la Fundación Kónex -Diploma al Mérito- en la categoría Cuento: quinquenio 1984-1988; en 1995 Editorial Corregidor publica la novela “Mayo del ‘69″. Recibe el Premio Fray Mocho por “Colinas de Octubre” (Editorial de Entre Ríos).

Publicado por: Revista Digital Laurentino.

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