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domingo, 20 de junio de 2010

El Bicentenario y el fútbol reavivan el fervor por la Bandera


¿Símbolo de unidad o entusiasmo pasajero?

Cynthia Palacios.

Colgada en los balcones, estampada en remeras y pintada en la cara: la bandera argentina está hoy en todas partes. Resabio de los festejos del Bicentenario y en plena euforia mundialista, el principal símbolo patrio se ve en todos lados. Pero ¿hay una revalorización del ícono albiceleste?

Con motivo del Día de la Bandera, que se celebra hoy, LA NACION consultó a historiadores, educadores, sociólogos, antropólogos y politólogos, que opinaron sobre el significado de la insignia argentina.

"Creo que hay ganas de recuperar el sentido de nación, de patria, de identidad nacional. Entonces, los eventos que pueden revalorizar la identidad aparecen destacados y resultan convocantes", explicó la directora de la maestría en Educación de la Universidad de San Andrés, Silvina Gvirtz.

Para ella, este estallido celeste y blanco muestra claramente esa necesidad. "El 25 de Mayo resultó una excusa para recuperar ese nosotros y el Mundial también sirve para recuperar la identidad nacional. Se ve la necesidad de una presencia de lo nacional", que encuentra en la Bandera el ícono, destacó Gvirtz.

La socióloga Ana Wortman, investigadora del Instituto Gino Germani de la UBA en el área de Estudios Culturales, coincidió en la percepción de esa necesidad de encontrar algo en común: "Me parece que se había perdido hace tiempo y ahora se dio, casualmente, todo junto".

"Nadie esperaba tanta gente en la calle y da cuenta de algo que tenemos que observar con cariño. Hay ganas de recuperar el nosotros, el salir de la fragmentación y el disenso y encontrar algún símbolo convocante. Es un mensaje muy positivo. Juntémonos, salgamos de la diferencia, del localismo", se ilusionó Gvirtz.

"Desde hace tiempo veo una creciente valorización de la cuestión nacional en su conjunto y del papel del Estado -reconoció el politólogo director de Poliarquía Consultores, Sergio Berensztein-. Hay un viraje de la sociedad argentina hacia el consenso, en el que el Estado tiene un rol más fuerte que en los 90, cuando había una tendencia crítica con el aparato estatal."

Según Berensztein, profesor de la Universidad Torcuato Di Tella, "hay un poco de inflación simbólica en este contexto del Bicentenario y del Mundial, en el que siempre se revalorizan las cuestiones simbólicas nacionales. Espero que no pase pronto si nos volvemos antes de Sudáfrica".

Un emblema, varios sentidos

"El significado original de la bandera es tener un símbolo de identidad. En el momento de su creación estábamos en la guerra de independencia y era un símbolo frente al ejército enemigo. Después se transforma en símbolo de la identidad argentina", recordó el historiador y director del Departamento de Historia de la Universidad Torcuato Di Tella, Fernando Rocchi.

"Las banderas son símbolos de las naciones y los símbolos no tienen un valor único ni necesariamente debe haber un acuerdo doctrinario para ser sostenidos. Se puede usar la bandera sin suscribir a determinados significados", explicó la antropóloga social e investigadora del Conicet-IDES, Rosana Guber. "Los símbolos tienen un poder advocativo de adscripción, es decir, la capacidad de decir a quién pertenezco", detalló la antropóloga social.

Rocchi cree que hay muchas Banderas por el Mundial y que perdura el ambiente del Bicentenario, que utilizó la Bandera como signo de identidad. "No creo que tenga un significado más importante por estos días, pero Manuel Belgrano es una personalidad muy recordada dentro de los héroes de Mayo", expresó.

En la escuela, sin duda, se da el primer aprendizaje sobre la Bandera. "El aparato escolar y la conscripción de los varones eran las vías de nacionalización y escolarización de los argentinos bajo la advocación de un símbolo no étnico ni religioso, sino laico, como es la Bandera", expresó Guber. "Sin embargo, aparte de los ritos escolares, la Bandera empezó a cobrar connotaciones distintas a partir de hechos del siglo XX", agregó la antropóloga, que investigó sobre la memoria de los argentinos acerca de la Guerra de Malvinas.

"Creo que la Argentina tiene una relación ambigua con el nacionalismo y en el momento de los mundiales, a través del fútbol, la gente expresa su nacionalismo", reconoció Wortman. Con los festejos del Bicentenario hubo una explosión de nacionalismo. "Pero no sé si atraviesa a toda la sociedad. Me parece que es un fenómeno más de las clases medias hacia abajo", puntualizó.

Wortman, estudiosa de los consumos culturales, señaló que "al lado de la brasileña, la sociedad argentina está desnacionalizada. La gente no termina de reconocer lo que el país le dio. Valoriza lo que está afuera hasta que se va afuera y extraña a la Argentina, donde, más allá del caos, hay espacios para la creatividad".

En su visión, se identifica ser patriota con la derecha. "No se ha logrado encontrar un discurso progresista y nacional que reúna a todos. Quizás en el Bicentenario hay un intento de estar bien y de que la Argentina pueda estar mejor. Creo que es una manera de apostar a que algo cambie", consideró Wortman.

Publicado por: Diario La Nación.

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