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lunes, 30 de agosto de 2010

“El patrimonio es la representación de la historia y no podemos seguir destruyéndolo”


“El Debate Pregón” conversó con la arquitecta Sara Osinaga Grané acerca de lo que significa el patrimonio arquitectónico de nuestra ciudad, el poco cuidado que se ha tenido y se tiene para conservarlo, las pérdidas irrecuperables, la Ordenanza y cómo deberíamos actuar de ahora en más para no seguir perdiendo la historia.

¿Tenemos una Ordenanza sobre patrimonio?

Arq. S.Osinaga: En Gualeguay hay una Ordenanza que fue hecha por Nidia Rampoldi y por mí que apunta a ordenar y preservar todo el patrimonio de las ciudad. Esa ordenanza fue posteriormente modificada, sobre todo en uno de los artículos que prohibía hacer pisos de más de 10 metros dentro del casco histórico; lo llevaron a 20 metros; desconozco si fue por Concejo, por Poder Ejecutivo.

¿Había una Comisión de seguimiento?

Arq. S.Osinaga: En esa ordenanza estaba prevista la formación de una comisión integrada por representantes de varias entidades culturales y cuyo presidente se tenía que nombrar de acuerdo con un currículum y antecedentes. Cuando se aprobó en el Concejo y pasó al Ejecutivo, directamente, de entrada, ese artículo del presidente fue vetado y se estableció que iba a ser nombrado en forma directa por el intendente. Los pasos siguientes los desconozco; sí sé que se llevó de 10 metros la altura permitida para las construcciones. Con 10 m. andamos en 2 pisos y medio, a 3, pero con 20, podemos hablar de 6 pisos.

¿Qué calles delimitan el casco histórico?

Arq. S.Osinaga: No recuerdo con total exactitud, pero estoy casi segura que la Ordenanza dice que el casco histórico es desde calle Uruguay al norte, hasta Bichilani, al sur; Córdoba, al este, y Mitre, al oeste. Y dentro de esos límites ahora se puede edificar hasta 6 pisos. Independientemente de esto, no podemos hablar de preservación de un casco histórico porque ya está destruido y siguen destruyéndolo; y es suficiente ver el nuevo edificio que están haciendo en calle 25 de Mayo. Eso es una evidencia muy clara de cómo se ha destruido la trama urbana histórica de la ciudad. Ya con el Águila y el Plaza se ven dos edificios que rompen la armonía.

Desde lo práctico, ¿qué ocurre?

Arq. S.Osinaga: Desde el punto de vista práctico hay un problema; supongamos un edificio de 6 pisos, con 4 departamentos por piso, con un promedio de 4 personas por departamento, se va a más de 100 personas concentradas en un solo punto y que necesitan todo tipo de servicio, agua, cloacas, desagües. Todo lo que es el casco histórico tiene el desagüe original de 1924, entonces, y según lo que me informaron en Obras Sanitarias, el caño tiene 12,5 cm. de cloaca. Si uno le aumenta el caudal de gente, no hay servicio que alcance. Se hace el edificio, es privado; económicamente el que saca su beneficio es una entidad privada, pero cuando las cloacas revienten, ¿quién lo arregla?, el Municipio, o hablando más claro, el pueblo, todos nosotros. Ya ocurrió algo así en la esquina de Monte Caseros y Rocamora salía agua y agua; habían reventado las cloacas. Y esto ocurre por la saturación de personas en un punto muy estrecho. En Buenos Aires, en la zona de la calle Muare, fue la primera zona que tuvo una “explosión” de torres de gran lujo, donde todos se quisieron ir a vivir, y reventaron todos los servicios. Las torres eran muy lindas, pero no tenían ni agua, ni luz y tuvieron que cambiar todo con el costo que significó para el municipio. Esa fue una experiencia que puede tomarse, sirvió y no hay que perderla de vista. Antes de cambiar la estructura, se tiene que pensar cómo se va a dar servicio.

Volvamos a la Ordenanza…

Arq. S.Osinaga: Redactamos una ordenanza que llevó mucho tiempo de estudio; se le presentó a gobiernos de diferentes líneas y no prosperaba; cabe aclara que no pertenezco a ningún partido, soy técnica. Y así estamos ahora; estamos perdiendo el patrimonio y mal, porque si bien hay ciudades que van perdiendo el patrimonio, van evolucionando, pero acá no. Lo que pasó en el 2001 fue de terror; destruyeron el frente de casas antiguas para hacer sucuchos en las piezas del frente para pequeñísimos negocios con la idea de se iba a salir a flote con el alquiler. Carente de reglamentación, se destruyó y esto puede formar una larga lista. He visto cosas tan disparatadas como la entrada más angosta que el zaguán. Hemos perdido el encanto de nuestra historia. Pueden decir que Gualeguaychú también lo perdió; es cierto, pero lo compensó con otras cosas, con una infraestructura para turismo increíble. La gente venía a Gualeguay porque era una ciudad un poco intacta, pero ahora no está quedando nada de eso, se están autorizando construcciones que nada que ver con el casco histórico.

Es un tema de concientización…

Arq. S.Osinaga: El tema pasa por dos puntas: uno es la concientización de los ciudadanos de querer el patrimonio y la otra es la política. Y bueno… para hacer ciertas cosas hay que sacrificar políticamente muchas cosas.

¿Qué puede destacar de nuestro patrimonio?

Arq. S.Osinaga: Quedan ejemplos paradigmáticos; no sitios, lugares; esa atmósfera patrimonial ya está perdida. Si hablamos de viviendas, lo más significativo es la casa de las rejas, de Berisso. Como edificios públicos, hay muchos: los Tribunales, el Club Social, el Teatro Italia, la Escuela Normal, la Biblioteca, que es excepcional, sobre todo la sala de lectura, una verdadera joya. Hay un edificio nada conocido, perfectamente mantenido, que es la Toma de Agua; la parte interna con toda la maquinaria es una joya de patrimonio industrial, lo único de ese rubro y que debería estar en los catálogos turísticos de Gualeguay. Mucho de eso pertenece a la franja de 1900 a 1920.
La Parroquia como obra arquitectónica artística es más valiosa adentro que afuera; tiene unos estucados fabulosos: las iglesias tienen un significado emociona, afectivo que muchas veces supera la importancia arquitectónica. Una casa magnífica es donde esta Departamental de Escuelas; es de las únicas de dos piso de la época; se destruyó un poco el frente con un local comercial; es de esperar que el arreglo que le están haciendo logre preservarla. Y otro edificio destacable es la Escuela Técnica, que ahora están tratando de recuperarla.

¿Podemos de hablar de un estilo predominante?

Arq. S.Osinaga: Toda nuestra arquitectura se hace en base a la inmigración; en líneas generales más a los italianos, son de los primeros que vinieron y constructores por excelencia; trajeron el modelo romano que luego cortaron en dos y quedaron las casa “chorizo”. Un ejemplo de ese estilo es la casa de Belgrano y Rivadavia, que era del Dr. Grela; una casa de las más lindas. En Gualeguay hay poca arquitectura colonial y poca art decó. De art nouveau hay dos ejemplos señeros: el Club Social y la casa de Berisso; en art decó había una casa en calle 25 de Mayo y Federación que tenía unas rejas maravillosas que ya no están; sólo al costado hay una puertita que las mantiene. La casa de Vegh es interesante porque marca un tipo de arquitectura que se dio en las década del ‘20 al`40 que se llamó petit hotel, el único ejemplo de la época. Es interesante porque comienzan a utilizarse los halls de entrada. Hay muchas que responden a una época de transición.
En conclusión…

Arq. S.Osinaga: El patrimonio refleja una época y no podemos construir una casa estilo antiguo ahora; tiene que responder a este tiempo. El patrimonio es la representación de nuestra historia, entonces cuidemos lo que tenemos, lo poco que nos queda.

Publicado por: El Debate Pregón.

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